Regresando a “mi pueblo”

El muy cercano regreso de una de mis amigas, a Venezuela, me ha hecho pensar. Yo aquí vivo como una reina. No gasto mas de 50 pesos diarios, cuando me creo millonaria gasto 100 pesos como mucho, y no es por haber ido al cine, o porque comí en McDonald’s. Los gasto porque me fui con mis amigas a un buen restaurante y me pedí un buen plato de salmón bien fresco, con una buena botella de vino que no decepciona, con una atención de primera, en la que me salió todo en 70 pesos (los otros fueron para el taxi).

Qué mejor vida que esa. Entonces, hablando nos pusimos a pensar. Yo cuando regrese, y salga a comer y vea el menú; me voy a desmayar, me levantaré, volveré a leerlo, y me desmayaré otra vez. Creó que eso sucederá varias veces en un solo lugar. Luego miraré a mis amigas y haré como en el tan visto video: “QUE! NO! QUÉ CARO!” y mis amigas autoexiliadas me responderán “QUÉ! NO! DEMASIADO!” y mi vida nunca será la misma.

Por qué tienes que ser tan barata Argentina. Me creas falsas ilusiones, no todo es tan barato como tú. Te quiero bife de chorizo, te quiero entraña, te quiero facturas, (susurrando) te quiero media lunas.