El venezolano es conocido por sus insultos, en especial aquellos que aluden a la madre del receptor de éste.
En Argentina, todo cambia. Lo peor que tu puedes hacer, es insultar a la pobre hermana del cara de orto que te esta empujando en el subte, que te ve feo en el colectivo, el mozo mal parido que te trajo mal la cuenta, o aquella profesora que realmente no te bancas. Y el insulto viene mas o menos así “LA RECONTRA CONCHA DE TU HERMANA QUE TE MAL PARIÓ”.
Lo interesante de todo esto, es que los insultos (aparte de mencionar a la hermana de uno) menciona todas las partes del cuerpo de una persona. Es como si estudiaran medicina. Resulta que para un argentino, el porteño es un cara de orto, el que se parte es o un culorroto o un puto, y cuando alguien es tonto, resulta que es un pene.
Y un insulto, bastante peculiar, que a mi parecer bastante zoofílico; “la concha de la lora”. Quién es la lora, todavía no lo sé, por qué tiene concha, tampoco lo sé, quién quiere la concha de la lora, no quiero saberlo.
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